El piloto del helicóptero que nos salvó en Dark Carnival estaba infectado por el virus y nos estrellamos en algún lugar cercano a los pantanos.
Ahora debemos escapar pasando por varios caminos entablados, por zonas en donde el agua nos llega hasta las rodillas, por construcciones sobre pilotes y atravesar también los escombros de un avión comercial hasta llegar a una antigua plantación abandonada.
Aquí encontramos una radio encendida y pedimos ayuda. Nos responde un tal Virgil, desde un pequeño barco, que llega unos minutos después para sacarnos de allí con vida.
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